Érase una vez, en un jardín olvidado en el corazón de un bosque misterioso, había una rosa solitaria llamada Rosamor. Esta rosa era diferente de las demás. Poseía un encanto cautivador, pero también una personalidad incomprendida. Rosamor se consideraba la reina del jardín, una verdadera diva entre las flores.
Un día, en una noche estrellada, una extraña hada vino a visitar a Rosamor. Le anunció a Rosamor que había sido elegida para convertirse en una flor legendaria, una encarnación del amor imposible.
El hada vertió una poción misteriosa sobre los pétalos de Rosamor, otorgándole una belleza radiante y ojos penetrantes. Ahora llamada Rosamor Fatalis, la rosa estaba destinada a esparcir su encanto cautivador y su misterio en todos los jardines.
Desde ese día, Rosamor Fatalis se ha convertido en una leyenda entre las flores. Continúa rondando los jardines, atrayendo a los curiosos con su apariencia cautivadora y su mirada intrigante. Algunos dicen que aquellos que cruzan su camino quedan atrapados en un amor imposible, mientras que otros la consideran una musa inspiradora.